Pretratamiento
Pretratamiento
Con el pretratamiento pretendemos separar del agua residual tanto por operaciones físicas como por operaciones mecánicas, la mayor cantidad de materias que por su naturaleza (grasas, aceites, etc.) o por su tamaño (ramas, latas, etc.) crearían problemas en los tratamientos posteriores (obstrucción de tuberías y bombas, depósitos de arenas, rotura de equipos, …)
Desbaste
Rejas de limpieza manual se utilizan para proteger bombas y tornillos antes del tamizado. Están constituidas por barrotes rectos soldados con separación entre 10-20 mm. Eliminan los problemas de atascos y reducen el tiempo necesario para su
mantenimiento.
Tamizado
Consiste en una filtración sobre soporte delgado, y sus objetivos son los mismos que se pretenden con el desbaste, es decir, la eliminación de materia que por su tamaño pueda
interferir en los tratamientos posteriores. Su rendimiento es muy superior a las rejas.
Los tamices rotatorios están constituidos por una reja cilíndrica de eje horizontal con barrotes de sección trapezoidal, la cual gira lentamente. El agua cae por arriba
entrando en el interior del tamiz, en tanto que la suciedad queda retenida en el exterior y son evacuadas a un contenedor provisional por medio de un rascador fijo.
Desarenado
El objetivo de esta operación es eliminar todas aquellas partículas de granulometría superior a 200 micras, con el fin de evitar que se produzcan sedimentos en los canales y
conducciones, para proteger las bombas y otros aparatos contra la abrasión, y para
evitar sobrecargas en las fases de tratamiento siguiente.
Desaceitado-desengrasado
El objetivo en este paso es eliminar grasas, aceites, espumas y demás materiales flotantes más ligeros que el agua, que podrían distorsionar los procesos de tratamiento
posteriores. Si se hacen desengrasado y desarenado juntos en un mismo recinto, es necesario crear una zona de tranquilización donde las grasas flotan y se acumulan en la superficie y las arenas sedimentan en el fondo